La terapia me ha ayudado a disfrutar más de la vida, a aceptarme y quererme como soy.

Me está ayudando a tener confianza en la personas, cambia mi forma de ver gracias a las claves que me da Cesar y a su escucha.

Las sesiones me han venido bien para aprender a tener el control de mi misma en situaciones de pánico y ataques de ansiedad. Hemos trabajado en normalizar situaciones que se me iban de las manos y sensaciones corporales que tenía mal asumidas mediante diálogo, visualización y técnicas de relajación

Las sesiones por Skype me aportan más flexibilidad. Siempre es bueno tener un espacio de reflexión para ti mismo. Significan un momento en el que pongo los ojos en mis problemas diarios. Mejor dicho, en la solución.

Las sesiones por Skype me aportan más flexibilidad. Siempre es bueno tener un espacio de reflexión para ti mismo. Significan un momento en el que pongo los ojos en mis problemas diarios. Mejor dicho, en la solución.

Las sesiones de skype suponen una gran ayuda, invirtiendo el menor tiempo posible. Una nueva manera de terapia. Más cómoda, flexible. Una gran idea para tener tu propio momento, sobre todo si no tienes mucho tiempo.

La terapia me ha dado recursos para utilizar cuando los necesito y que producen que pueda llevar una vida normal que antes no hacía por miedo. Te doy mucho las gracias César, sigo usando todo lo que me has explicado y me ayuda mucho con los miedos al parto y las hipocondrías varias.

Las sesiones a distancia con César me vinieron genial para no tomar decisiones precipitadas y afrontar con más fuerza el cambio de trabajo y de casa. Y también esto.

El EMDR me ha ayudado a digerir cosas difíciles y a andar más ligera, más decidida, poniendo límites claros y defendiendo lo mío sin sentirme inapropiada ni tras darle tres mil vueltas.

Lo más importante de todo ha sido tu presencia, cómo me has acompañado y guiado en este proceso, y en el camino que nos quede. Me imagino que estamos en las últimas etapas y se me hace difícil despedirme. Creo que has cuidado especialmente que no me sintiese abandonada. Tu comprensión, tu humor, tu claridad, tu ternura. La paciencia que debiste tener al principio, lo rápido que me viste, con devoluciones que me resonaban desde la primera sesión, y tu flexibilidad y disponibilidad siempre. Estoy muy agradecida de tenerte como terapeuta, y orgullosísima del trabajazo que hemos hecho juntos. Eres una base segura desde la que conocerse y construirse espectacular. No exagero si te digo que la terapia me ha cambiado la vida, quienes me conocen dicen que parezco otra, que da gusto verme tan segura y feliz. A nivel personal el cambio ha sido brutal, y como terapeuta también me ha servido y he aprendido muchísimo.