Calle de Alcántara, 45, 28006 Madrid

Timidez y vergüenza

Timidez

TIMIDEZ Y VERGÜENZA

TimidezPartimos de la base, que cualquiera de nosotros siente timidez o vergüenza ante situaciones concretas, el problema surge cuando la frecuencia o la intensidad es tal, que limita a la persona que lo sufre, impidiéndola llevar una vida plena o realizar aquello que desea o se ve obligado a hacer por sus circunstancias.

Dentro de la timidez o vergüenza, hay que valorar las ideas/ideales que la persona tiene sobre sí misma, dado que muchas veces, su exigencia es tan elevada que no se permite fallar o no lograr hacer las cosas tan “perfectamente” como desearía, machacándose después, culpándose de que su actuación no fue la que esperaba. Con esta dureza, es fácil pasar  a evitar aquellas situaciones que se viven como amenazantes, impidiendo atravesar y superar la inhibición, perdiendo autoconfianza y con la amarga sensación de impotencia de “no sentirnos capaces”.

La vergüenza, tiene pues ese componente de miedo a…no dar la talla, fallar, que se vea nuestra falta, nuestra incapacidad, desconocimiento…miedo a no ser como los demás, a que nos vean inadecuados, torpes, diferentes…miedo a que nos rechacen, pero se puede diferenciar del miedo en que también hay una parte que se desea hacer, realizar…quiero decir algo pero me da miedo su reacción; deseo ir a la fiesta pero me da miedo no saber relacionarme, me piden que de una ponencia pero me da miedo enfrentarme al público; hay deseo y hay miedo, compitiendo internamente en un quiero y no puedo, me apetecería y no me atrevo.

El trabajo en terapia, consiste en revisar aquellas ideas sobre uno mismo que impiden ser y hacer lo que uno desea, identificar y desprenderse de aquellos patrones aprendidos de humillación, de desconfianza, de perfección, de descalificación, de inferioridad, de sentirse diferentes…que merman la autoestima y limitan poder vivir la vida de una manera más participativa, libre y espontánea.

También en las sesiones se trabaja la exposición a las situaciones que generan conflicto a la persona, dotándola de recursos, para que sea capaz de atreverse a su ritmo, que pueda ir atravesando sus autolimitaciones desde la confianza y sepa cómo aceptar los fallos o errores para aprender y mejorar en el futuro, desde una comprensión interna constructiva y amorosa.