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Ira e impulsividad

Ira e Imprevisibilidad

IRA E IMPULSIVIDAD

 

Ira e ImprevisibilidadCuando hablamos de impulsividad, nos referimos a que es el impulso/pulsión el que toma las riendas de nuestra acción, nuestra parte más emocional y animal se impone sobre nuestra parte más cortical, racional, social, pasando por encima del pensamiento, la reflexión, la anticipación de consecuencias, la empatía…

La impulsividad es la incapacidad de inhibir la acción y tiene mucho que ver con emociones intensas como la ira, dado que cuando las emociones nos invaden, la capacidad de mentalizar la acción queda reducida.

La Ira es una emoción de enfado extremo, que aparece cuando algo nos impide lograr un objetivo o invade nuestro espacio de forma no deseada, cuando percibimos un daño o potencial malestar, por lo que se activa nuestro resorte defensivo, con deseos más o menos fuertes de eliminar aquello a aquel que lo genera, alejándonos, alejándolo, disminuyendo su poder de acción o incluso destruyéndolo con palabras o físicamente. Después, cuando la emoción se calma y reaparece la capacidad para pensar, suele venir el arrepentimiento, la culpa y disculpas,  la intención y promesa que no volverá a pasar, pero lamentablemente, muchas veces vuelve a ocurrir, dado que la persona “en caliente”, no tiene los recursos para contenerse y gestionar su ira de otra manera.

También ocurre que hay personas que tiende a inhibir o reprimir mucho los conflictos, desacuerdos, enfados… acumulando en su interior gran cantidad de tensiones y enfados no resueltos, hasta que una chispa, detona el volcán y hay un estallido de ira incontrolable.

En terapia, se trabaja para reconstruir la historia de vida de la persona y poder analizar junto con ella, situaciones y tratos recibidos en relación a la ira y descontrol, para poder entender cómo gestiona los límites, la frustración, el estrés, la exigencia y las relaciones con los demás y aprender recursos de acompañamiento interno.

También se trabaja mucho la conciencia, para que la persona aprenda a identificar aquellas situaciones que le desajustan y poder expresarlas de una manera más adecuada y menos dañina para sí y para los demás.

Igualmente en la terapia se aprende a identificar señales corporales iniciales que indican que la ira está creciendo, para tener recursos que ayuden a saber qué hacer, cuando el volumen de la ira crece o cuando siente que se va a descontrolar.