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Adicción al cigarrillo electrónico. Cuándo y por qué te entran las ganas.

Electronic cigarette e-cigarette

¿Cuándo puedes experimentar ganas de fumar cigarrillo electrónico?

Puedes tener ganas:

        • Como un hábito asociado a una cadena conductual cristalizada, como una costumbre.
        • Para reducir las sensaciones de malestar, dado el alivio que producen algunas de las sustancias en especial la nicotina.
        • Como una defensa contra la falta de placer. Como una especie de automedicación ante el aburrimiento y la falta de placer, ante la ausencia de algo que cognitivamente te produzca divertimento.

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        • Como una respuesta “condicionada”, al estar asociada a estímulos neutros que se asociaron con fumar: esto forma una red en tu memoria relacionada con el circuito de recompensa. Al activarse alguna parte de la red, un recuerdo, o un lugar por ejemplo, aparece el deseo de querer volver a tener el placer que se obtuvo en otros momentos. Los Estímulos Neutros son propios de cada uno: momentos del día o la noche, lugares, personas, actividades.
        • Cuando una actividad placentera (que podríamos denominar sensación 1) está asociada al alivio provocado por el e-cigarrillo (sensación 2), esa asociación de ambas sensaciones, se produce de tal manera que la sensación 1 por sí sola no basta y se busca un placer más completo provocado por ambas sensaciones juntas (sensación 1 + sensación 2). Por ej. Si se asocia el placer de la comida, o de ver un determinado un evento deportivo por televisión (sensación 1) con la sensación 2 provocada por el cigarrillo electrónico.

 

Sobre estas causas generales pueden influir algunos de estos otros aspectos:

          • Un yo frágil, con baja tolerancia a la frustración y a la ansiedad. Lo que lleva a tratar de evitar cualquier mínima sensación de ansiedad en vez de asumir que un cierto monto de ansiedad es algo normal y común. Impulsividad y tendencia a buscar gratificaciones inmediatas, dificultad para demorar las gratificaciones, lo que dificulta el trabajo a largo plazo, la planificación de la acción y las recompensas que puede obtener fruto del esfuerzo de dejar el cigarrillo electrónico.

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        • Tendencia a la compulsión y a la oralidad como forma de autocalmarse y obtener placer. Hay múltiples conductas que son signo de esto: el consumo de alcohol, comidas, glotonería, atracones, etc.
        • Distorsiones cognitivas que enturbian la motivación para dejarlo: “bueno, los cigarrillos electrónicos no son tan malos… son casi inocuos”, “no soy capaz de dejarlo, puede ser peor sentir ansiedad…”, etc. Que actúan como frenos para afrontarlo.
        • Fracasos anteriores que pueden avocar a la persona al conformismo.
        • Tendencia a hacer atribuciones externas de lo que te pasa. Es una concepción de que tanto lo bueno como lo malo que me pasa depende de factores externos (suerte, el ambiente laboral, etc.) En vez de hacer depender su bienestar o malestar a factores internos (motivación, capacidad de superación, esfuerzo, capacidad de aprender, de caer y levantarse, etc.)

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